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► Estado del NE de Europa (también llamada Rusia Blanca). Limita con Letonia al N, Lituania al NO, Rusia al E, Ucrania al S y Polonia al O. Su extensión es de 207 600 km² con un total de 10 366 700 h. La capital es Minsk. La moneda oficial es el rublo bielorruso y la religión mayoritaria, el cristianismo ortodoxo. Los idiomas oficiales son el bielorruso y el ruso. El territorio es plano y tiene numerosos cenagales. En el N se encuentran las suaves colinas de la cadena bielorrusa. El clima es continental, con precipitaciones moderadas. Abundantes bosques (coníferas). Cuenta con una importante red hidrográfica de origen glaciar (Dniéper, Duina, Pripet) y más de 4 000 lagos glaciares, numerosos estanques y lagos artificiales. La población es mayoritariamente bielorrusa (eslavos orientales) y las religiones principales son la ortodoxa rusa y el cristianismo católico uniato. A fines de los años ochenta el nivel de vida de los bielorrusos era uno de los más elevados de la antigua U.R.S.S. Predomina el cultivo de cereales, lino, patatas y remolacha azucarera, así como la cría de ganado vacuno. Sin embargo, la catástrofe de la central nuclear de Chernobil (1986) provocó que una quinta parte de las tierras cultivables bielorrusas fueran desechadas para la agricultura. La actividad industrial se concentra en ciudades medianas de entre 200 000 y 400 000 h. Destaca la ind. maderera, textil, del vidrio, etc. En la actualidad, la industria representa el 51% de la producción nacional y ocupa al 31% de la población activa. Exporta el 50% de su producción e importa el 40% de su consumo. Sus principales asociados son Rusia, Ucrania, las repúblicas bálticas y Polonia. Excelentes redes de transporte.

► HISTORIA Las primeras tribus eslavas orientales aparecieron en el territorio de la actual Bielorrusia hacia el s. V. Entre los ss. XIII y XIV la región pasó a depender del gran ducado de Lituania, que luego se unió al reino de Polonia. Tras la partición de este reino (1772-1795), las tierras bielorrusas fueron incorporadas al imperio zarista y desde entonces se mantuvo la influencia de Rusia sobre la región. El dominio de la nobleza terrateniente y el avance de la industrialización generaron, a comienzos del s. XX, la formación de un partido socialista y revolucionario. En 1919 se convirtió en la República Socialista Soviética de Bielorrusia, y alcanzó un notable desarrollo cultural y económico en los años veinte. Durante la Segunda Guerra Mundial fue ocupada por los alemanes (1941-1944), que arruinaron completamente el país. La prosperidad de las décadas siguientes se vio afectada por la perestroika iniciada por M. Gorbachov en 1985, por lo que en 1991 se proclamó la independencia. Stanislau Shushkevich fue elegido presidente. El mismo año, en Minsk, se aprobó la creación de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), firmada por Rusia, Bielorrusia y Ucrania. En 1995, y con Aleksandr Lukashenko en el poder, los bielorrusos votaron la ampliación de poderes del presidente en un referéndum que también decidió la integración económica con Rusia. En abril de 1996 se creó la Unión de Repúblicas Soberanas, formada por Bielorrusia y Rusia. En las elecciones legislativas de octubre de 2000, Lukashenko volvió a proclamarse vencedor, a pesar de las irregularidades denunciadas por la OSCE.