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Congo, República Democrática del
► Estado de África Central. Limita con la República Centroafricana al N, Sudán al NE, Tanzania, Uganda, Ruanda y Burundi al E, Zambia al SE, Angola al SO y con la República Popular del Congo al O. Su extensión es de 2 344 885 km2 con un total de 51 965 000 h. La capital es Kinshasa. Los idiomas oficiales son el francés y el inglés y las religiones mayoritarias, el catolicismo, el protestantismo y los cultos animistas. La moneda oficial es el franco congoleño. El relieve del país es accidentado en las regiones orientales, en las que se sitúan grandes lagos, y formaciones volcánicas. Desde la depresión central ascienden en todas direcciones mesetas escalonadas donde los ríos han excavado profundos valles. Las montañas del S culminan en los picos de Shaba. Al O, el relieve es de escasa altitud. La cuenca del río Congo es la más importante y ocupa las dos terceras partes del territorio. La República Democrática del Congo, cruzada por el ecuador, posee un clima de tipo tropical, cálido y húmedo. En casi todo el territorio la pluviosidad media supera los 1 200 mm anuales y la temperatura media oscila en torno a los 26 ºC. El régimen de lluvias favorece la proliferación del bosque húmedo en las dos orillas del río Congo, en tanto que la depresión central está cubierta por la selva ecuatorial. La población está formada por varios grupos étnicos. La mayor parte del país está habitada por poblaciones bantúes que desarrollaron la llamada civilización de los «calveros». El grupo bantú incluye a los pueblos mongo, kongo, luba, kasai y kuango. Entre los grupos no bantúes destacan los sudaneses del norte (azande, mangbetu, banda y abarambo) y los sudaneses del noreste (nilóticos). En los últimos años la demografía ha registrado un fuerte aumento de la población urbana a causa, entre otras razones, de los graves problemas existentes en el campo. A pesar de que el Congo es, potencialmente, un estado con grandes recursos agrícolas, minerales y energéticos, mantiene una economía típicamente subdesarrollada y colonial, donde predomina aún la agricultura de tipo tradicional. Entre los cultivos destinados al autoconsumo figuran la mandioca, las bananas, los cacahuetes y el algodón. Los productos destinados a la exportación son, principalmente, el café, el aceite de palma, el té, el cacao y el caucho. Es un país con una importante riqueza forestal que ha sido intensamente explotada. La actividad extractiva se basa en la explotación del cobre, principal recurso minero de la República Democrática del Congo, seguido por los de manganeso, cinc, uranio, estaño y oro. Además, es uno de los principales productores mundiales de diamantes. El principal recurso energético del país es el potencial hidroeléctrico. La producción industrial cuenta con un mercado nacional mucho más extenso que el de la mayoría de los países africanos. Su industria se ha orientado principalmente hacia la extracción y la industria minera. Las industrias agrícolas (aceiteras, azucareras o harineras) se dispersan entre las plantaciones y en las regiones productoras. La industria química está en relación con el tratamiento de los minerales (ácido sulfúrico y explosivos) y el refinado del petróleo.
HISTORIA El actual territorio de la República Democrática del Congo fue explorado en 1482 por los navegantes portugueses. Este territorio, donde se asentaba el reino Bakongo, fue llamado por los europeos Congo. Desde un principio fue un centro importante para el comercio de esclavos. A fines del s. XIX, las potencias europeas reconocieron la cuenca del Congo como una inmensa posesión personal de Leopoldo II de Bélgica. La administración del Congo leopoldino quedó asegurada por un organismo central instalado en Bruselas. Sin embargo, a partir de 1892, y después de haber intentado crear un monopolio personal, Leopoldo II se vio obligado a otorgar ciertos poderes a sociedades privadas, que se encargaron de administrar los territorios concedidos. Los escándalos en torno a la explotación de los indígenas provocaron un movimiento (Congo Reform Association), que obligó a Leopoldo II a conceder una Constitución autónoma en 1908. En 1921 surgió el kimbaguismo, movimiento profético y religioso con consignas antieuropeas y contra las misiones cristianas. Durante los años 1956-59 se constituyeron las fuerzas políticas congoleñas: el Abako (Asociación de los Bakongos, fundado en 1950), dirigida por Joseph Kasavubu, y el Movimiento Nacional Congoleño (MNC) de Patrice Lumumba. A partir de 1959 el MNC se dividió en una tendencia moderada (Cyrille Adula, Ileo y Kalonji) y una tendencia extremista dirigida por Lumumba. En 1960, Bélgica reconoció la independencia del Congo. El MNC ganó las primeras elecciones y Lumumba formó gobierno con Kasabuvu como jefe de Estado. Durante las primeras semanas de la independencia se produjeron diversos amotinamientos y Katanga (Shaba en la actualidad) se independizó bajo el mando de Tshombé. Para evitar una guerra civil, el Congo pidió a las Naciones Unidas el envío de una fuerza de paz. En 1961, Lumumba fue ejecutado por los katangueses en tanto que en diversas regiones orientales del país los lumumbistas se sublevaron. La presencia de las fuerzas de la ONU permitió, no obstante, un relativo retorno a la calma que se truncó con su retirada en 1964. El general Mobutu tomó el poder en 1965 mediante un golpe militar, se hizo elegir presidente de la república y llevó a cabo una política exterior de nacionalismo demagógico y de continuo enfrentamiento con Bélgica por los intereses mineros. En 1970, Mobutu reorganizó el gobierno y reforzó sus poderes constitucionales a la vez que prohibía la creación de organizaciones políticas de oposición. En 1971, Mobutu decretó que el Congo-Kinshasa pasase a denominarse Zaire. En 1975, Zaire sufrió una importante crisis económica, agravada por conflictos internos tales como la invasión de Shaba meridional por tropas katangueñas (1977 y 1978). Durante la década de 1980 continuaron los disturbios. Los resultados de las elecciones regionales y locales celebradas en 1987 fueron anulados al denunciarse irregularidades. En 1989 y 1990 las manifestaciones estudiantiles se recrudecieron hasta tal punto que, en abril de 1990, Mobutu anunció la posibilidad de un sistema pluripartidista en el país. En 1992, el líder de la oposición, Étienne Tshikiedi, fue nombrado primer ministro, circunstancia que abrió una etapa de tensión. En 1997, el coronel Kabila y sus soldados consiguieron dominar todo el país y derrocar del poder a Mobuto. Después de autoproclamarse presidente del país, Kabila reinstauró el antiguo nombre del país: República Democrática del Congo. En 1998 se produjo una rebelión de antiguos aliados de Kabila, apoyados por Ruanda y Uganda. En 2001 fue asesinado Kabila y su hijo Joseph lo sustituyó al frente del Estado. En 2002 se firmó un acuerdo de paz y se estableció un gobierno de unidad nacional.

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ant. (1971–97) República de Zaire (1960–71) República del Congo (1908–60) Congo Belga (1885–1908) Estado Libre del Congo

País de África central.

Superficie: 2.344.872 km2 (905.356 mi2). Población (est. 2002): 46.674.000 hab. Capital: Kinshasa. Diversos pueblos de habla bantú, entre ellos los mongo, kongo y luba, constituyen la mayoría de la población; entre los pueblos de otras lenguas figuran algunos grupos sudaneses del norte. Idiomas: francés (oficial). Religión: cristianismo. Moneda: franco congoleño. El país, el tercero en superficie de África, ocupa el corazón de la cuenca del río Congo, desde la cual se elevan altas mesetas en todas las direcciones. El río Congo desemboca en el océano Atlántico en la estrecha franja costera que posee el país. Este se extiende a ambos lados de la línea del ecuador; su clima es húmedo y tropical. Es una de las naciones más pobres del mundo. Su economía se basa en la agricultura y la minería. Entre los cultivos de exportación destacan el café, los productos derivados de la palmera, el té, el cacao y el algodón; cobre, cobalto y diamantes industriales son los principales productos mineros. El país está gobernado por un régimen militar; el jefe de Estado es el presidente, cargo que ha ocupado el líder del régimen desde fines de la década de 1990. Antes de la colonización europea, varios reinos habían surgido en la región, entre ellos el reino luba en el s. XVI y la federación kuba, que alcanzó su apogeo en el s. XVIII. El desarrollo europeo se inició hacia fines del s. XIX, cuando el rey Leopoldo II de Bélgica financió la exploración de Sir Henry Morton Stanley del río Congo. La conferencia de Berlín sobre África occidental de 1884–85 reconoció el Estado Libre del Congo y a Leopoldo como su soberano. La creciente demanda de caucho ayudó a financiar la explotación del Congo, pero los abusos contra los pueblos nativos enfurecieron a las naciones occidentales y obligaron a Leopoldo a otorgar al Estado Libre la condición de colonia bajo la denominación de Congo Belga (1908), a la que se le concedió independencia en 1960. El período siguiente estuvo marcado por la inestabilidad, que culminó en 1965 con un golpe militar que llevó al poder al gral. Mobutu Sese Seko, que en 1971 dio al país el nombre de Zaire. La mala administración, la corrupción y la violencia creciente devastaron la infraestructura y la economía. Mobutu fue depuesto en 1997 por Laurent Kabila, quien restableció el nombre de Congo. La inestabilidad imperante en los países vecinos, la afluencia de refugiados hutus desde Ruanda y el interés por la riqueza mineral del Congo impulsaron la intervención militar de varios países africanos. La inestabilidad persistía a comienzos del s. XXI.

Enciclopedia Universal. 2012.