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Australia
La Mancomunidad de Australia o simplemente Australia es el sexto país más grande del mundo (en superficie), y el único que ocupa la isla-continente homónima. Australia también incluye la isla de Tasmania, ubicada al Sur, y otras islas menores. Tiene fronteras marítimas con Nueva Zelanda que está ubicada en el sureste, y con Papúa Nueva Guinea, Indonesia y Timor Oriental en el norte.

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(Commonwealth of Australia)
► Estado de Oceanía formado por la propia isla de Australia, Tasmania y otras pequeñas islas. Limita al N, al O y al S con el océano Índico, donde se hallan las islas Christmas y las Cocos. Al E sus costas están bañadas por el océano Pacífico y el mar de Coral. Además, dispone en el océano Austral de las islas desiertas de Macquarie y Heard y una importante parte de continente antártico. Su extensión es de 7 682 300 km2 con un total de 19 169 000 h. Australia es una federación formada por seis estados (Nueva Gales de Sur, Victoria, Australia Meridional, Australia Occidental, Queensland y Tasmania), a los que deben sumarse el Territorio del Norte y el Territorio Federal de la capital, Canberra. La moneda y el idioma oficiales son, respectivamente, el dólar australiano y el inglés. Las religiones mayoritarias son el protestantismo y el catolicismo. Es un país casi llano, con una media de altitud de unos 210 metros. Las mayores alturas se dan al SE de la isla, en la Cordillera Australiana, que se prolonga desde el cabo de York hasta la misma isla de Tasmania. Al N, la costa del Pacífico se caracteriza por la Gran Barrera Australiana, una larguísima cordillera de arrecifes que muere en la costa de Rockhampton y que se forma en el litoral sur de Nueva Guinea. La zona central de la isla de Australia está constituida por una depresión limitada al N por el golfo de Carpentaria y al S por Adelaida. Australia Occidental está formada por una meseta y tres grandes zonas desérticas: desierto de Gibson, Gran Desierto de Arena y Gran Desierto Victoria. El clima es semidesértico en el centro y casi mediterráneo en el S y SO. En el N es subtropical, llegando a tropical en Queensland. Las precipitaciones van desde muy escasas en el centro a abundantes en el N y NE. Vegetación variada, con predominio de acacias y eucaliptos. Fauna constituida por especies arcaicas, debido al aislamiento geográfico. El río más caudaloso es el Murray. Densidad de población muy baja (2 h/km2), concentrada en el E, SE y SO del país. La mayoría de habitantes es de procedencia europea; minoría aborigen. Elevado porcentaje de población urbana, de la cual la mitad se reparte entre Melbourne y Sidney. Importante sector ganadero: la cabaña ovina es la más importante del planeta, lo que se traduce en la mayor producción de lana. Cultivo de trigo y otros cereales, caña de azúcar, viñedos; frutas y hortalizas. Importantes yacimientos minerales. Plomo, cinc y cobre, además de plata, aunque en menor cantidad, son las principales explotaciones, concentradas sobre todo en los territorios meridionales. También el mineral de hierro aporta en la actualidad grandes ganancias a la economía australiana, destacando los yacimientos de alto contenido de Pilbara y Hamersley. En cuanto al carbón, la producción puede considerarse bastante alta, y la mayoría de las exportaciones de este mineral van a parar a Japón. Producción de petróleo y gas natural. Diversos factores como el incremento de la población, la prosperidad económica y la entrada de capital extranjero han sido los causantes del espectacular auge vivido por la industria australiana desde la segunda mitad del siglo XX. La industria alimentaria tiene una gran variedad y es rentable; la manufacturera participa en buena parte de la exportaciones; la automovilística, cuyas empresas son filiales de centrales norteamericanas o británicas, obtiene una producción que permite las exportaciones; la industria metalúrgica es rica porque aprovecha los grandes recursos minerales del país. En lo referente al sector de los transportes, es la aviación, por el tamaño del territorio, el que más desarrollado está. En los transportes terrestres, la gran red de carreteras australiana permite que este medio supere al ferroviario. En cuanto al tráfico marítimo, son más numerosos los buques de origen extranjero, aunque en el ámbito nacional se destina gran parte del transporte por mar a la carga de mercancías pesadas como el carbón, el mineral de hierro o el azúcar. Los mejores y más capacitados puertos son los de Sidney, Melbourne, Fremantle y Adelaida. El primer cliente de Australia es Japón, seguido de los Estados Unidos y el Reino Unido, y las principales exportaciones son carbón, lana, cereales y carne. Los mayores proveedores son Estados Unidos y Japón. Australia posee un comercio aún inmaduro, sobre todo a causa de su rápida y reciente industrialización. En lo referente a su balanza comercial, generalmente es positiva.
HISTORIA Durante la regresión general de los mares, en los grandes períodos glaciares, Australia era un territorio mucho más extenso que el actual en el que se hallaban fundidas Nueva Guinea, Tasmania, la propia isla de Australia y las mesetas que hoy han sido cubiertas por el océano. Los primeros habitantes viajaron desde el Asia continental a través de Indonesia, aunque muy poco se sabe de los aborígenes que comenzaron a ocupar la isla. En la zona del S se hallaron huellas que demuestran esta teoría, seguramente de hace unos 40 000 años. El hallazgo de grandes rascadores nucleiformes, lascas y hojas de filo esculpido y el descubrimiento de los restos de una mujer (25 000 años) cuyos rasgos coinciden en gran parte con los de los aborígenes actuales, confirman la existencia de esos habitantes. Con el recalentamiento poswürmiano vienen a modificarse los medios naturales, y así aparecen puntas unifaciales o bifaciales y microlitos cuyo origen se desconoce, pero que pertenecen a una industria que permanecerá hasta el período europeo. Las pinturas rupestres halladas en las cuevas de Koonalda, en el S del país, tienen una antigüedad de unos 20 000 años y representan escenas con hombres y animales y simbología desconocida. Se estima que el lapso que va del año 1507 al 1529 los portugueses arribaron a la isla, a la que denominaron Java Grande. En 1606 los holandeses abordaron la costa australiana desde el N, tras cruzar el estrecho que aproximadamente un año antes había descubierto el navegante español Luis Váez de Torres y que hoy lleva su nombre. El neerlandés Willen Janszoon bordeó el Cabo York, en la punta norte de Australia, tras cubrir en su viaje el golfo de Carpentaria. En 1624 el marino neerlandés Abel J. Tasman demostró, al descubrir Tasmania y circundar Australia, que las nuevas tierras eran insulares, y bautizó su hallazgo como Nueva Holanda. En 1770 el capitán James Cook tomó posesión de la isla en nombre de Gran Bretaña y comenzó su exploración; la colonización se iniciaría 18 años después con la llegada de los primeros penados bajo las órdenes del capitán Arthur Phillip. En 1798 George Bass descubrió la insularidad de Tasmania y bautizó con su nombre el estrecho que la separa de Australia. Los convicts mandados por el capitán Phillip constituyeron la solución del Gobierno británico para vaciar las repletas cárceles inglesas, convirtiendo de ese modo la isla en una colonia penitenciaria. De 1801 a 1803, el inglés Matthew Flinders exploró con detenimiento la costa sur de la isla, donde entró en contacto con el navegante francés Baudin, y ya en 1821 se ampliaron las concesiones de tierras a particulares, con lo cual creció el número de inmigrantes, sobre todo de origen europeo. De este modo se crearon diversos núcleos colonizadores de carácter agrícola (Tasmania, Albany) hasta que los británicos decidieron reclamar para sí la soberanía insular. Con el crecimiento de la población fueron creándose nuevas colonias y confirmándose las de mayor relevancia, que con el tiempo llegarían a convertirse en estados: Nueva Gales del Sur, Tasmania, Australia Occidental, Australia del Sur, Victoria y Queensland. Cada una fue organizando su territorio con arreglo a una política y administración propias, unas más alejadas que otras del predominio del gobierno imperial; sólo una de ellas, Australia Occidental, favoreció el dictado gubernamental de deportar a los trabajadores forzados, que hacían la competencia a los libres. Las demás lo rechazaron. A pesar de todo, los enfrentamientos entre colonos e indígenas llegaron a manchar de sangre las tierras australianas, y como consecuencia se exterminó por completo la población autóctona tasmana y se aisló a los aborígenes en el desierto. En el año 1851 la inmigración sufrió un espectacular aumento a consecuencia del descubrimiento de oro en el territorio, metal que enriqueció en mayor medida el estado de Victoria y más concretamente a la ciudad de Melbourne. En 1880 las colonias se vieron obligadas a crear una federación para defenderse del avance europeo y estadounidense en los territorios del Pacífico. En 1901 se crea la Asamblea Legislativa (Parlamento) y la Commonwealth of Australia como miembro soberano del Imperio británico. A lo largo de la primera década del s. XX cobró mayor importancia el poder federal, que vio la necesidad de administrar su elevado presupuesto a través de un régimen severo, cuyos primeros objetivos fueron la creación del estamento militar y la conservación de las ventajas sociales de la población blanca. En 1914 el país participó junto a Gran Bretaña en la Primera Guerra Mundial. En 1929 se estableció el poder central en Canberra, la nueva capital federal. En el mismo año el Partido Laborista accedió al poder, como consecuencia de la crisis que no supo afrontar el partido agrario. Las medidas adoptadas por los laboristas para relanzar la economía del país tampoco obtuvieron su fruto, y así en 1939 llegó al poder el partido United Australia. La Segunda Guerra Mundial cogería a Australia demasiado cerca de Japón como para no verse amenazada por los ataques nipones (Port Darwin fue bombardeado en febrero de 1942), así que se convirtió en primera aliada de EE.UU., cuyo general, MacArthur, estableció cuartel general en Melbourne. Los laboristas, que gobernaron durante la Segunda Guerra Mundial y que habían visto crecer su popularidad gracias al empuje de su líder J. Curtin, se mantuvieron en el poder hasta que en 1949 las elecciones generales dieron clara victoria a los herederos de la United Australia, los liberales de R. Menzies. Su política de coalición con el partido agrario llevó al país una época de auge económico, fomentada por las inversiones extranjeras estadounidenses y japonesas (estas últimas a partir de 1956). Menzies basó su gerencia en un evidente pro-americanismo que se vio confirmado en el apoyo de Australia a E.U.A. en las guerras de Corea y Vietnam. En 1969, retirado ya Menzies, el empuje laborista fue visto con buenos ojos por una población que empezaba a quejarse de los servicios y no veía con claridad la presencia de sus tropas en Vietnam. La postura del Gobierno ante la inmigración, su poca flexibilidad con los problemas de los aborígenes (que reclamaban justamente parte de sus territorios) y en general el desgaste político, terminó con la victoria de los laboristas en las elecciones de 1972, liderados por E.G. Whitlam. Éste inició pronto una política liberalizadora que inauguró con el reconocimiento de la China Popular y Vietnam del Norte, la autonomía de Nueva Guinea y el rechazo de los procedimientos nucleares. Sin embargo, el país se sumergió en una crisis, a la que decidió poner fin el propio gobernador general, sir John Kerr, con la destitución del primer ministro Whitlam y el nombramiento de Malcolm Fraser como jefe de un gobierno provisional, refrendado en diciembre de 1975 en las elecciones generales. En 1978, el propio John Kerr presentó su dimisión ante las críticas con respecto a las irregularidades de todo este proceso. El gobierno de Fraser se debilitó y perdió su mayoría ante los laboristas en 1983. Robert Hawke fue nombrado primer ministro y su gestión respaldada mayoritariamente cuatro veces consecutivas, hasta las elecciones de marzo de 1990. El gobernador general de Australia desde un año antes, nombrado por la reina Isabel II, fue William George Hayden. Desde 1991 el cargo de primer ministro lo ostentó Paul Keating, que nuevamente resultó vencedor en las elecciones de marzo de 1993. En las elecciones de 1996 una coalición de centroderecha, liderada por John Howard, obtuvo la mayoría. Los conservadores de Howard volvieron a imponerse en las elecciones de 1998. En un referéndum celebrado en 1999 se ratificó el sistema monárquico. En 2004 volvió a ser reelegido Howard.
BELLAS ARTES Australia tuvo que buscar en su literatura (como ocurre en muchos países coloniales) la propia definición de sus raíces y discernir entre lo heredado y lo auténtico. De fines del s. XIX destaca el sentimiento nacionalista de autores como A.B. Paterson, Henry Lawson y Barcroft Boake. Las vanguardias influyeron durante la década de 1930 en la poesía de los Jindyworobaks, que hacían de lo auténticamente aborigen su mayor inspiración. La década de 1950 estuvo dominada por la literatura de mujeres como Henry Handel Richardson (1870-1946) o Kylie Tennant, cuyas obras abordaban problemáticas y tipos sociales. Xavier Herbert es el máximo representante de esta época (Capricornia, 1938). Ya en la posguerra destacan autores como Patrick White y Martin Boyd, decantados por un tipo de escritura más creativa apartada de cánones y reivindicaciones. Morris West (Las sandalias del pescador, 1936) es conocido por su literatura de carácter popular y sus obras han sido traducidas a numerosos idiomas. La literatura posterior destaca por la imitación de la novela norte y latinoamericana: búsqueda de nuevas formas, dosis de fantasía y preocupación social. La pintura australiana vivió tres épocas principales: colonial (fines del s. XIX), impresionista (hasta mediados del s. XX) y contemporánea. La primera está marcada por la influencia inglesa, en aquel momento realista (John Glover); la segunda abre una etapa más espiritual (Tom Roberts); y la tercera, influida por las vanguardias, tiene destacados representantes en Fred Williams y Brett Whileley.

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I
(as used in expressions)
Australia, lenguas aborígenes de
Australia, Territorio de la Capital de (T.C.A.)
Commonwealth of Australia
Australia Meridional
Australia Occidental
II
ofic. Commonwealth of Australia

Continente más pequeño y el sexto país más grande del planeta en cuanto a superficie.

Se ubica entre los océanos Pacífico e Índico. Su superficie es de 7.692.030 km2 (2.969.910 mi2). Capital: Canberra. Población (est. 2002): 19.702.000 hab. La mayoría de los australianos descienden de los europeos. La principal minoría étnica son los aborígenes australianos. La población de origen asiático ha aumentado como resultado de la flexibilización de las políticas de inmigración. Idioma: inglés (ofic.). Religiones: católica, anglicana. Moneda: dólar australiano. En Australia se pueden identificar cuatro grandes regiones fisiográficas. Más de la mitad del territorio continental corresponde al escudo australiano occidental, que incluye los afloramientos de la Tierra de Arnhem y la meseta de Kimberley en el noroeste, y la cordillera Macdonnell en el este. La segunda región, la gran cuenca artesiana, se ubica al este del escudo. La tercera es las tierras altas del este, que incluyen la Gran Cordillera Divisoria, y constituyen una serie de altas sierras, mesetas y cuencas. La cuarta región son las cordilleras de Flinders y de North Mount Lofty. El punto más alto del país es el monte Kosciusko en los Alpes australianos, mientras que el punto más bajo es el lago Eyre. Los ríos principales son el sistema fluvial Murray-Darling, los ríos Flinders, Swan y el Cooper Creek. Existen numerosas islas y arrecifes a lo largo de la costa, como la Gran Barrera Australiana, las islas Melville, Kangaroo y Tasmania. Australia es rica en recursos minerales como el carbón, petróleo y uranio. Un gran yacimiento de diamantes fue descubierto en Australia Occidental en 1979. La economía del país privilegia la libre empresa; destacan la actividad financiera, manufacturera y comercial. Oficialmente es una monarquía constitucional, cuyo jefe de Estado es el monarca británico, representado por el gobernador general. En realidad, es un Estado parlamentario bicameral; el jefe de Gobierno es el primer ministro. Australia fue habitada por aborígenes que llegaron hace unos 40.000–60.000 años. Las estimaciones de la población existente al momento de la colonización europea, en 1788, fluctúan entre los 300.000 y más de 1.000.000 de habitantes. El primer contacto de europeos con Australia se remonta a las exploraciones del s. XVII. Los holandeses desembarcaron en 1616 y los británicos lo hicieron en 1688, pero la primera expedición en gran escala fue la comandada por el capitán James Cook en 1770, quien reivindicó el territorio australiano para la corona británica. El primer asentamiento inglés, en Port Jackson (1788), fue una colonia penal que estaba constituida principalmente por convictos (la gran mayoría) y marinos. Hacia 1859 ya se habían constituido los núcleos de todos los estados australianos, pero con devastadores efectos sobre la población indígena, la que mermó considerablemente debido a la introducción de enfermedades y armas traídas por los europeos. Los británicos otorgaron a sus colonias un autogobierno limitado a mediados del s. XIX, y en 1900 se aprobó una ley que federó las colonias en un Commonwealth. Australia luchó con Gran Bretaña en la primera guerra mundial, sobre todo en la batalla de Gallípoli, y nuevamente durante la segunda guerra mundial, para impedir la ocupación de Australia por las fuerzas japonesas. También participó junto a EE.UU. en las guerras de Corea y Vietnam. Desde la década de 1960, el gobierno australiano ha procurado dar un trato más justo a los aborígenes y ha disminuido las restricciones a la inmigración, lo que ha dado paso a una población más heterogénea. Las disposiciones constitucionales que permitían la intervención británica en el gobierno fueron abolidas formalmente en 1968. Australia ha asumido un rol de liderazgo en la región del Asia Pacífico. Durante la década de 1990 se debatió mucho sobre el término definitivo de los lazos con la corona británica y la posibilidad de constituirse en una república, cuestión que fue llevada a plebiscito en el año 1999, imponiéndose la postura de permanecer dentro de la Commonwealth británica.

Panorámica de Sydney, con el Opera House en primer plano, Australia.
Archivo Edit. Santiago

Enciclopedia Universal. 2012.