Incremento potencial en la temperatura media de la superficie terrestre que resulta como consecuencia del aumento del efecto invernadero por la contaminación del aire.
En 2001, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas estimó que para el 2100 las temperaturas superficiales medias globales aumentarían en 1,4 a 5,8 °C (2,5 a 10,4 °F), dependiendo de una variedad de escenarios para la emisión de gases de efecto invernadero. Muchos científicos predicen que tal aumento causará el derretimiento rápido de los casquetes polares y de los glaciares en las montañas, elevando significativamente el nivel de las aguas costeras y produciendo nuevos patrones y situaciones extremas de sequías y lluvias, que perturbarán seriamente la producción de alimento en ciertas regiones. Otros científicos sostienen que tales predicciones son exageradas. La Cumbre de la Tierra en 1992 y la "Convención marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático en 1997 intentaron tratar el tema del recalentamiento de la Tierra, pero en ambos casos la causa fue entorpecida por conflictos con las agendas económicas de las naciones y por disputas entre naciones pobres y ricas sobre el costo y las consecuencias de reducir las emisiones de gases de invernadero.
Enciclopedia Universal. 2012.