(1701–14).
Conflicto que surgió de la disputada sucesión al trono de España después de la muerte de Carlos II, quien no había tenido hijos. Carlos Habsburgo había nombrado a Felipe Borbón, duque de Anjou, como su sucesor. Cuando Felipe ascendió al trono español como Felipe V, su abuelo Luis XIV invadió los Países Bajos españoles. La antigua alianza antifrancesa de la guerra de la Liga de Augsburgo fue renovada en 1701 por Gran Bretaña, la República Holandesa y el emperador germánico, a quienes se habían prometido partes del imperio español en tratados de partición anteriores (1698, 1699). Las fuerzas inglesas dirigidas por el duque de Marlborough, obtuvieron una serie de victorias sobre Francia (1704–09), entre ellas, la batalla de Blenheim, que obligaron a los franceses a retirarse de los Países Bajos e Italia. El general del imperio, Eugenio de Saboya, también consiguió notables victorias. En 1711, los conflictos en el seno de la alianza la llevaron al colapso, y las negociaciones de paz se iniciaron en 1712. La guerra concluyó con los tratados de Utrecht (1713–14), que marcó el ascenso como potencia de Gran Bretaña a expensas de Francia y España, y con los tratados de Rastadt y Baden (1714).
Enciclopedia Universal. 2012.