Derechos, fundamentalmente a no ser maltratado ni tratado con crueldad, que poseerían los animales superiores no humanos (p. ej., el chimpancé), así como muchos animales inferiores, en virtud de su capacidad de sentir.
El respeto del bienestar de los animales es un precepto de algunas antiguas religiones orientales, como el jainismo, que profesa el ahimsa ("no dañar) hacia todas las formas de vida, y el budismo, que prohíbe la matanza innecesaria de animales, especialmente (en India) las vacas. En occidente, el judaísmo y el cristianismo tradicionales enseñaban que los animales fueron creados por Dios para servir a los seres humanos incluso como alimento. Muchos pensadores cristianos argumentaban que los seres humanos no tenían deberes morales de ninguna especie con los animales, incluso el deber de no tratarlos con crueldad, dado que carecían de racionalidad o porque no fueron creados a imagen de Dios como el hombre. Esta visión prevaleció hasta fines del s. XVIII, cuando etólogos como Jeremy Bentham aplicaron los principios del utilitarismo para inferir el deber moral de no infligir un sufrimiento innecesario a los animales. En la segunda mitad del s. XX, el etólogo Peter Singer junto a otros pensadores intentaron demostrar que el deber de no dañar a los animales, derivaba directamente de principios morales simples y ampliamente aceptados como p. ej.: "es malo causar sufrimiento innecesario. También sostuvieron que no existía "diferencia moral relevante entre humanos y animales que justificara la crianza de animales, pero no de humanos, para alimento en sistemas de"agricultura industrial, utilizarlos en experimentos científicos o para ensayar productos (p. ej., de cosméticos). Otro punto de vista contrario sostenía que los seres humanos no tienen deberes morales con los animales porque estos son incapaces de suscribir un hipotético "contrato moral de respetar los intereses de otros seres racionales. El movimiento moderno por los derechos de los animales se inspiró en parte en los trabajos de Singer. A fines del s. XX habían surgido numerosos grupos dedicados a distintas causas afines, como la protección de especies amenazadas, la protesta contra métodos dolorosos o brutales de atrapar o matar animales (p. ej., para obtener pieles), impedir el uso de animales en investigación de laboratorio y la promoción entre sus adherentes de los beneficios para la salud y las virtudes morales del vegetarianismo.
Enciclopedia Universal. 2012.