La fuerza del aire comprimido se usa para hacer funcionar numerosos instrumentos y herramientas, como perforadoras de rocas, sistemas de frenado de trenes, remachadoras, prensas de forjar, pulverizadores y atomizadores de pintura. Se han utilizado fuelles desde la temprana edad del bronce que suministran aire para la fundición y el forjado. En el s. XX aumentó considerablemente el uso de dispositivos de aire comprimido. La introducción de los motores de reacción para aeronaves militares y de pasajeros estimuló el uso y el mejoramiento de los compresores centrífugos y de flujo axial. Se pueden usar componentes de control neumático lógico digital (desarrollados en la década de 1960) en sistemas de control y de potencia (ver dispositivo neumático).
Enciclopedia Universal. 2012.