Concepción de la ética que estima fundamental la noción de virtud (a menudo entendida como excelencia).
La ética de la virtud se ocupa primariamente de los rasgos del carácter que son esenciales para el desarrollo humano, no de la enumeración de los deberes. Escapa en cierto modo de la dicotomía tradicional entre ética deontológica y consecuencialismo: concuerda con el consecuencialismo en que el criterio para juzgar moralmente correcto o incorrecto un acto reside en su relación con un fin que tiene valor intrínseco, pero se aproxima más a la ética deontológica en su concepción de que las acciones moralmente correctas son constitutivas del fin mismo y no son medios meramente instrumentales para alcanzar el fin. See also eudemonismo.
Enciclopedia Universal. 2012.