Patrón psicológico y conductual que despliegan las mujeres que son víctimas de violencia doméstica.
Entre las explicaciones aducidas desde fines de la década de 1970 se cuenta la desesperanza aprendida, una teoría del "ciclo de la violencia y una forma del trastorno por estrés postraumático. El término es un concepto legal más que un diagnóstico psiquiátrico, y carece de criterios bien definidos. Se ha empleado para apoyar argumentos legales de legítima defensa, responsabilidad atenuada, o demencia en casos de mujeres acusadas de asesinar o atacar a su agresor, cometer un delito bajo coerción de este o provocar la conducta por la que se juzga a su agresor. Los críticos señalan que el término crea una imagen estereotipada que es inadecuada para describir experiencias individuales.
Enciclopedia Universal. 2012.