Propiedad de un organismo patógeno que le permite resistir la farmacoterapia.
En cualquier población de agentes infecciosos, algunos tienen una mutación que les ayuda a resistir la acción de una droga. El medicamento mata entonces a más de los microbios no resistentes, y deja a los mutantes sin competencia para multiplicarse formando una cepa resistente. Este caso es más probable si el medicamento no se toma adecuadamente (p. ej., una terapia incompleta con antibióticos, saltarse dosis de una droga contra el VIH) o no se prescribe correctamente (p. ej., dar un antibiótico para una enfermedad viral). Los factores de resistencia también pueden transferirse entre especies que infectan el mismo cuerpo. La prescripción excesiva de antibióticos en los seres humanos y su adición a los alimentos para animales han acelerado la evolución de cepas de bacterias resistentes, lo que hace cada vez más difícil luchar contra ciertos organismos patógenos.
Enciclopedia Universal. 2012.