En psicología, estudio del desarrollo del sentido moral, –i.
e., de la capacidad para formar juicios sobre lo que es moralmente correcto o incorrecto, bueno o malo–. El psicólogo estadounidense Lawrence Kohlberg postuló que el desarrollo de los estándares morales atraviesa varios niveles. En el primer nivel, el del razonamiento moral preconvencional; el niño utiliza los acontecimientos físicos externos (como el placer o el dolor) como fuente de las decisiones morales, sus estándares están basados estrictamente en aquello que le evitará el castigo o le dará placer. En el nivel intermedio, el del razonamiento moral convencional; el niño o adolescente ve los estándares morales como el modo de mantener la aprobación de las figuras de autoridad, principalmente los padres, y actúa de acuerdo con sus preceptos. En el tercer nivel, el del razonamiento moral postconvencional; el adulto basa sus estándares morales en principios que él mismo ha evaluado y acepta como intrínsicamente válidos, independientemente de la opinión de la sociedad. A comienzos de la década de 1970, la obra de Kohlberg fue criticada por psicólogos y filósofos influenciados por el feminismo. Según Carol Gilligan, las etapas de Kohlberg son intrínsicamente sexistas, porque hacen corresponder la madurez moral con una orientación hacia los problemas morales que está socialmente inscrita en los hombres, pero no en las mujeres. Mientras la "ética de los derechos y la justicia masculina trata la moralidad en términos de principios abstractos y concibe los agentes morales como esencialmente autónomos, que actúan independientemente de su situación social de acuerdo con reglas generales, la "ética del cuidado femenina trata la moralidad en términos de lazos concretos con individuos particulares, basados en sentimientos de cuidado y responsabilidad, y concibe los agentes morales como conectados e interdependientes por medio de sus sentimientos de cuidado y responsabilidad mutua.
Enciclopedia Universal. 2012.