Pintura, escultura y otras artes visuales, producidas durante el reinado de los emperadores germano otonianos y sus primeros sucesores de la casa Salica (950–1050).
A pesar de que se inspiró en el arte carolingio, desarrolló un estilo propio, particularmente en pintura y escultura. Los iluminadores de manuscritos del período estaban menos preocupados del naturalismo que de la expresión, y se expresaban con gestos sobrios, dramáticos y un uso intenso del color. Los crucifijos de madera a gran escala y los relicarios también de madera cubiertos con láminas de oro otonianas, marcaron una vuelta a la escultura de bulto redondo. Asimismo, prosperó la fundición de bronce, un antiguo arte practicado por los carolingios. La arquitectura otoniana estaba más reglamentada que la carolingia, con espacios interiores simples y un trazado más sistemático. Los arquitectos otonianos le dieron ímpetu a la monumentalidad de la arquitectura románica.
Enciclopedia Universal. 2012.