Método de pintura mural en el que se incorporan pigmentos a base de agua sobre el yeso de cal mojado recién aplicado sobre el muro.
Los colores que se obtienen del polvo seco al ser mezclados con agua, penetran la superficie y se convierten en parte permanente del muro. Esta técnica también se conoce como buon fresco, o "vero fresco para distinguirla del fresco secco (pintura sobre yeso seco). Las primeras pinturas murales minoicas, griegas y romanas eran frescos. Durante el Renacimiento italiano, la pintura al fresco tuvo un período de esplendor, como se aprecia en las obras de Cimabue, Giotto, Masaccio, Fra Angelico, Correggio y otros. Los frescos de Miguel Ángel en la capilla Sixtina y los de Rafael, que se encuentran en las estancias del Vaticano, son los más famosos. Ya para el s. XVIII, el fresco había sido reemplazado por la pintura al óleo. A comienzos del s. XX, este medio pictórico fue revivido por Diego Rivera y otros artistas que a menudo usaron sus murales con propósitos políticos. También se ha encontrado pintura al fresco en China e India.
Enciclopedia Universal. 2012.