Adición de fluoruros (ver flúor) al agua en una parte por millón para reducir la incidencia de caries (picaduras) dentales.
Esta práctica se basa en las tasas más bajas de caries dentales observadas en zonas con moderada fluoración natural del agua y en estudios que demuestran que los dientes sanos contienen más flúor que los con tendencia a caries, y que los fluoruros ayudan a prevenir o reducir las caries dentales. La fluoración disminuye el número de piezas dentales cariadas, perdidas u obturadas en infantes (situaciones que aumentan si cesa la fluoración), pero es motivo de controversia en algunos casos. El exceso de flúor puede manchar los dientes (sólo un problema estético) y, en dosis mayores, causar anormalidades óseas. La fluoración ayuda también a prevenir el raquitismo infantil y a que la tiroides mantenga un metabolismo basal normal.
Enciclopedia Universal. 2012.