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Uso de la radiación solar para calentar agua o aire en edificios.

Existen dos tipos: pasiva y activa. La calefacción pasiva descansa en el diseño arquitectónico del edificio; su ubicación, orientación, distribución, materiales y su construcción son utilizados para maximizar el efecto calefactor de la luz solar sobre él. Un edificio bien aislado con una gran ventana hacia el norte (en el hemisferio sur), por ejemplo, puede atrapar calor en días soleados y reducir así la dependencia del gas, petróleo o electricidad para calefacción. A menudo se usan muros de ladrillo, piedra o cerámica que absorben la energía del sol y la irradian hacia el interior, generalmente con un desfase de varias horas. En la calefacción solar activa se utilizan medios mecánicos para captar, almacenar y distribuir la energía solar. En los sistemas que emplean líquidos, una plancha metálica oscurecida ubicada en el exterior, absorbe los rayos solares y atrapa el calor, el cual es transferido a un fluido transportador. Alternativamente, el fluido puede ser bombeado a través de un tubo de vidrio u otro espacio sobre el cual se concentra la luz solar por medio de espejos. Luego de captar calor del colector, el fluido caliente es bombeado a un termo de almacenaje. El sistema puede abastecer una residenciacon agua caliente desde el termo o con calefacción ambiental mediante tubos en pisos y cielos por donde circula el agua calentada.