Época de la historia japonesa que corresponde al período de gobierno de los Tokugawa (1603–1867).
Tokugawa Ieyasu, el primer sogún Tokugawa, escogió a Edo (actual Tokio) como la nueva capital de Japón, ciudad se convirtió en una de las más grandes de su tiempo y en centro de una floreciente cultura urbana. En literatura, Basho desarrolló una forma poética que más tarde se llamó haiku, e Ihara Saikaku escribió novelas con estrofas encadenadas cómico-virtuosas y humorísticas; en teatro, tanto el kabuki (con actores) como el bunraku (con marionetas) eran espectáculos para la gente citadina (los samuráis, a quienes les estaba prohibido ir al teatro, a menudo asistían disfrazados). El desarrollo de las técnicas de impresión policromada con bloques de madera puso al alcance de la gente común estampas de actores de kabuki populares o de cortesanas destacadas (ver Ukiyo-e). Las narraciones de viajes exaltaban la belleza de los paisajes y despertaban el interés histórico de lugares en provincias apartadas; las peregrinaciones a templos o santuarios fuera de Edo se hicieron frecuentes. En el campo del conocimiento, el estudio del kokugaku ("saber nacional) concentró su atención en la poesía más antigua del Japón. El estudio de Europa y de la ciencia occidental, denominado rangaku ("saber holandés), se hizo popular, a pesar del escaso contacto con Europa. También fue muy difundido el neoconfucianismo. See also período Genroku.
Enciclopedia Universal. 2012.